SOBRE MILAGROS: UNA BREVE HISTORIA Y UN ARGUMENTARIO SENCILLO
Doctor en Ciencias Físicas, Universidad Complutense de Madrid y miembro de Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, antes Alternativa Racional a las Pseudociencias, (ARP-SAPC).
Correo-e: miguelaballe@gmail.com
Hace algún tiempo, ARP-SAPC, la principal asociación escéptica de España, recibió con muy poco tiempo – sólo unas horas- la invitación para participar esa misma tarde en un programa en directo, en Madrid, de la cadena de TV Antena 3, actualmente la nº1 en audiencia en el país, que había que atender sobre la marcha. Uno de los temas tenía que ver con milagros, yo estaba disponible ese día, y participé en nombre de ARP-SAPC en dicho show.
Algunos colegas de la asociación habían localizado información sobre el caso sobre el que se iba a hablar, que me hicieron llegar y que pude revisar brevemente. Además del presentador, el otro participante era Miguel Blanco, muy popular por su show esotérico-pseudocientífico “Espacio en Blanco”, al que no conocía personalmente, pero del que me temía lo peor. Debo decir, para empezar, que ni fue una encerrona de la cadena ni Miguel hizo otra cosa que razonar conmigo durante el citado espacio, y además coincidimos en lo fundamental, por lo que en ese sentido no hay nada que contar.
El caso tenía que ver con una supuesta curación milagrosa. Un niño en Colombia había sido diagnosticado de una enfermedad grave abdominal, y al parecer se había curado milagrosamente. La enfermedad en sí no es relevante para lo que sigue.
Lo que quiero comentar se refieren a lo que llamaría el “argumentario ante un milagro” que espero pueda resultar útil en casos parecidos. Al menos a mí me sirvió para desactivar la cuestión.
a) Sobre el concepto de “milagro”
He observado, en éste y otros casos, que se entra a discutir si un caso es o no un milagro, sin entrar en la propia definición.
Esta fue mi posición sobre el tema, que nadie me pudo rebatir:
Milagro es un concepto de la Iglesia católica (uno cristiano, para ser más amplio), una definición que se hace de un caso que, desde su punto de vista, no tiene explicación humana, y que se debe a la intervención divina. Por tanto, para aceptar que algo es un milagro hay que aceptar previamente que hay un ser superior omnipotente, y en tal caso no hay nada que objetar. Lo que hay que dejar bien claro es que para aceptar que algo es un milagro hay que aceptar antes la premisa del ser superior omnipotente. Si con esa premisa se decide designar como milagro a un acontecimiento, es asunto suyo.
En resumen: desde un planteamiento laico no tiene sentido discutir sobre milagros, terminología religiosa.
b) Sobre la “curación milagrosa”
Mi razonamiento aquí también fue pragmático: que no se conozca la explicación de un hecho no implica que ese hecho no tenga explicación.
Nuevamente tenemos que volver a la premisa anterior: un colectivo creyente decide libremente definir como “milagro” a algo de lo que no conoce la explicación racional y asignarle una explicación sobrenatural. De nuevo es asunto suyo.
Sí me permití añadir un razonamiento que tampoco me supieron rebatir: en el caso concreto que se trataba, la probablidad de muerte, según los médicos, era del 50%, es decir exactamente la misma que de supervivencia. A los efectos habría sido indiferente que la probabilidad fuera de un 20% o un 80%, ya que no se trataba de una muerte cierta (por ejemplo, un tiro en la sien).
También añadí otro elemento a la discusión: solamente se presentan milagros que suponen una curación milagrosa; de hecho, nunca se ha declarado el milagro de una muerte milagrosa. Esto también tiene una explicación racional.
Ante una muerte inexplicable, como frecuentemente ocurre, por ejemplo, ante la sospecha de un crimen, se lleva a cabo una autopsia mediante la cual, prácticamente sin excepción, se determina la causa de la muerte. En otras palabras, no ha lugar la discusión de que una muerte haya podido ser milagrosa.
Desafortunadamente, a los vivos no se nos puede hacer la autopsia, por lo cual muchas veces, pero cada vez menos, nos podemos encontrar ante una “curación inexplicable”, el resquicio cada vez menor que va quedando para hablar de milagros. Tal vez por ello, como apuntaba el propio Miguel Blanco en la discusión, cada vez se declaran menos milagros por las autoridades eclesiásticas competentes.
Finalmente, no solo se producen curaciones milagrosas. Hay otro tipo de hechos milagrosos que tiene que ver con la suerte, la naturaleza, la industria, el transporte……pero para ello mejor pedir opinión a los expertos en la teoría de las probabilidades o los análisis de riesgo, que los hay y muy bien preparados. Anticipo que habrán sido capaces de elaborar argumentarios parecidos.
Comentarios
Publicar un comentario