MILAGROS, FE Y RAZÓN

 
Procesión del Señor de los Milagro (foto del autor)


Resumen: A través de los siglos y por todo el mundo hallamos gente que cree en milagros o fenómenos de origen divino o sobrenatural sobre todo en los países en vías de desarrollo, pobres y atrasados pero también incluso en los desarrollados, ricos e industrializados. En este artículo abordaremos distintas variantes de los milagros y daremos explicaciones alternativas pero racionales para entenderlos de una manera simple pero concreta.

Palabras clave: milagros, creencias, imposible, razón, ciencia


 MIRACLES, FAITH AND REASON

Abstract: Throughout the centuries and all over the world we find people who believe in miracles or phenomena of divine or supernatural origin, especially in developing, poor and backward countries, but also in developed, rich and industrialized ones. In this article we will deal with different variants of miracles and give alternative but rational explanations to understand them in a simple but concrete way.

Keywords: miracles, beliefs, impossible, reason, science, science, miracles

 

Introducción

Nuevamente en octubre, luego del encierro pandémico, la procesión católica de la venerada imagen del Señor de los Milagros, un Cristo crucificado, recorre la ciudad de Lima, capital del Perú, seguida por miles de personas con la esperanza de que les cumpla sus más caros deseos en relación a la salud, el dinero y el amor, incrementándose así los desvíos y la congestión vehicular durante las cinco fechas tradicionales en que se realiza incluyendo el 1o. de noviembre. Y en dondequiera que haya colonias de peruanos, los hay en los cinco continentes, también ha habido procesiones de copias de la imagen, aunque con menos gente detrás, pero llegando incluso a haberlas hasta en más de 250 ciudades.

Esta tradición religiosa se inició en 1655 debido a un terremoto que dejó más de 10 mil muertos y derribó casas y templos de Lima y la ciudad vecina del Callao, pero no la pared de adobe donde estaba pintada la imagen original del Cristo crucificado cuya copia es sacada en procesión.

Lo más sensato sería que estas procesiones se realicen en fechas y horas no laborales para no perjudicar a quienes necesitan transitar por el centro de Lima para ir a trabajar, estudiar o regresar a su hogar. Las autoridades civiles tendrían que ponerse de acuerdo con las eclesiásticas. Eso sí sería un “milagro”.

Como en otros países, también hay otros íconos religiosos nacionales a los cuales rogar por un milagro como por ejemplo, Santa Rosa y San Martín de Porres, la Beatita de Humay, Sarita Colonia.

¿Qué son los milagros?

Pero, ¿desde cuándo y por qué se cree en milagros?

En los albores de la humanidad, ésta creía que lo que sucedía en el mundo material y natural era debido a la influencia de seres espirituales incorpóreos. Es decir, cuando hace su aparición el ser humano, éste buscó explicar los diversos fenómenos naturales y sociales en base a la intervención de fuerzas invisibles pero poderosas: seres sobrenaturales y/o divinos. Así, el hombre adjudicaba al Destino, a los espíritus de la naturaleza o los dioses la ocurrencia de desastres naturales, enfermedades o invasiones enemigas.

Conforme evolucionó el conocimiento humano se llegó a entender mejor --gracias a la razón y la ciencia-- como funcionaba el mundo y la sociedad, haciendo que el ámbito de lo divino fuera relegándose más y más. Pero la verdad es que tal conocimiento no ha sido homogéneo para todos y de esa forma para los miembros de las llamadas culturas primitivas o primarias la observación de una foto, video o un avión volando podría interpretarse como un portento extraordinario.

Inclusive no solamente en el mundo subdesarrollado sino también en el súper industrializado se puede escuchar decir: “se salvó de morir ahogado de milagro”, “de milagro aprobó el curso”, “de milagro no le atropelló el carro”, etc. Claro que muchas veces se quiere decir con estas frases simplemente que por poco alguien muere por ahogamiento, de casualidad o con las justas alguien, sin haberse preparado, no reprobó un examen o alguien casi fue atropellado por un auto.

Y, por supuesto, se habla alegóricamente al decir: “el milagro de la vida” en relación al nacimiento de un o una bebé, o “los milagros de la ciencia” cuando se habla de los grandes y recientes avances científicos, especialmente en el campo de la medicina.

Entonces, ¿qué es el milagro? Para los fines del presente artículo nos interesa el milagro, definido éste clásica y comúnmente como la intervención extraordinaria de Dios en el mundo y en la vida humana aún en contra de las leyes naturales y de lo posible. 

Muchos creen por fe que se produce un milagro o suceso extraordinario por la intervención no solo de Dios sino también de uno de sus intermediarios o enviados. Como es evidente lo milagroso es entendido y creído en un contexto religioso donde se asume, por fe, la intervención divina en el mundo (según el teísmo). Pero incluso hoy hay quienes quienes creen en milagros producidos por extraterrestres como respuesta de los pedidos de los terrícolas.

De ese modo se habla de curas milagrosas de enfermedades comunes o mortales, la supervivencia increíble ante situaciones extremadamente peligrosas o la transformación radical de la conducta de una persona. 

Curaciones milagrosas

Lo que usualmente se llama curación milagrosa no es más que la interpretación errónea de cómo funciona el cuerpo y la mente de los seres humanos. Es decir, mucha gente al acudir a un sanador, sea psíquico o religioso, dice haberse curado. Pero lo cierto es que en la mayoría de los casos lo que sucede es que el sujeto enfermo cree sentirse mejor, esto es, en primer lugar puede estar muy predispuesto a sugestionarse tanto que su cerebro así se lo indica al cuerpo. El cerebro posee sus propios analgésicos pero eso no significa que cure, por ejemplo, infecciones bacterianas.

Con todo, ¿acaso la Iglesia católica no tiene un comité médico que investiga los milagros para aceptarlos o no como tales? La verdad es que tal comité está conformado por galenos creyentes y claro está por sacerdotes, así, las conclusiones que favorecen la idea de milagros "reales" en sus procesos de canonización no son prueba de que los ha habido (como tampoco las afirmaciones de que los realizaba el santón hindú Sai Baba). Otra sería la explicación por parte de médicos y científicos que simplemente se atuvieran a los hechos y al método científico y que no partiesen de supuestos o relatos religiosos. 

Las curaciones por fe, es decir, las que se realizan por medio de rezos, sin fármacos y sin control médico alguno, no son algo nuevo en nuestro medio. Hace tiempo que existen en el Perú grupos religiosos, como es el caso de los pentecostales evangélicos y los carismáticos católicos,  que practican no sólo la «sanación» del alma sino también la del cuerpo por medio de la imposición de manos sobre -generalmente- la cabeza del creyente (práctica también antiquísima registrada, por ejemplo, en los escritos bíblicos). En esta clase de curaciones -que van desde un simple dolor de cabeza a la desaparición de tumores- al ser invocada la Divinidad se habla de «milagros».

Pero el mismo suceso que para los creyentes es un acontecimiento "extraordinario" puede entenderse de otro modo: en base a la razón y el conocimiento científico de la realidad natural y humana. Así, no todos los que sufren de cáncer, han caído en coma o han sido desahuciados tienen que morir irremediablemente: no todos reaccionan por igual ante la misma enfermedad, grave o no, ni ésta tiene la misma duración o consecuencias en todos los que la padecen, por ejemplo, los males producidos por los virus de los muy temibles ébola, sida o covid-19, o ante la exposición a gérmenes comunes. Las defensas ante las enfermedades no son iguales para todos por razones genéticas o ambientales. Y el hecho de que no se conozca una explicación para una una curación ahora no significa que no la tenga mañana o simplemente no la conocen algunos médicos y otros sí (no es raro que haya diagnósticos errados, que dos médicos hagan diagnósticos diferentes o que haya unos más especializados o acertados que otros; también es sabido que el estrés y las preocupaciones disminuyen nuestras defensas y nos hacen susceptibles a enfermarnos y, a la vez, el estar en un ambiente sano, agradable y relajado puede ayudarnos a defendernos mejor, hasta cierto punto, de diversos males).

¿Qué de los casos donde muchos dicen haber sido curados hasta de tumores? La verdad es que una enfermedad o bien se agrava o bien desaparece sea que se haya pedido la intervención divina o no y eso es porque no todos tenemos la misma resistencia a ellas. Imaginemos por ejemplo que alguien estornude en este salón hoy día y más tarde o mañana quizá alguno de nosotros aparezca con algún síntoma del resfrío como fiebre, dolor de cabeza, cansancio o estornudo. Pero no todos nos resfriaremos. Así también no todos reaccionamos igual ante las mismas enfermedades por más graves que éstas sean.

Sobrevivencias milagrosas

Ahora bien, también se confunde con un milagro o un hecho portentoso la supervivencia increíble de alguien que se haya librado de la muerte durante determinadas circunstancias como un desastre natural, un accidente o un ataque armado por parte de delincuentes o soldados en una guerra. Pero eso simplemente indica que se desconoce cómo funcionan las cosas: no todos morirán en un derrumbe de una casa por un terremoto, un incendio, un atropello, un choque de auto, la caída de un avión (hasta cierta altura), el hundimiento de un navío, una balacera, etc., etc. Eso depende de las circunstancias, del grado del desastre y del azar. Por ejemplo, en la película Tiempos violentos, John Travolta y Samuel Jackson interpretan a dos mercenarios a los que de repente les dispara una de sus futuras víctimas pero ninguna bala les cae. Jackson, que interpreta a un criminal que cita la Biblia antes de matar a alguien por encargo, dice que ha sido por un milagro divino. Una vez más la explicación es que la persona que les disparó estaba tan asustada que apretó el gatillo sin apuntar y al azar. Y eso es lo que nos demuestran los reportes de los combates en donde no todos mueren y si hay muchísimos heridos y mutilados.

Otros ejemplos: si en este momento hubiera un terremoto de gran magnitud y se cayera la casa donde estemos se podrán salvar los que estén más cercanos a la puerta y, claro, la puedan abrir durante su desesperación en salvarse. En un incendio en un edificio uno puede retardar la asfixia poniéndose un pañuelo húmedo sobre la nariz y la boca. De hecho nadie se ha podido salvar al explotar o fallar un avión y caer de una gran altura, otra cosa son los casos de desperfectos al despegar o aterrizar donde hay más probabilidades de salvarse y eso depende de dónde esté el asiento que se tenga y qué parte del avión choque.

Además la fortaleza corporal y ciertas circunstancias favorables explicarían el hecho que algunas personas no mueran o sufran gran daño, sin haber rezado a nadie, al caer de cierta altura de un edificio, montaña o avión, sufrir un accidente de tránsito, etc.. Tampoco es imposible que en situaciones de peligro se den esfuerzos inusuales al levantar objetos pesados más aún ayudados por maniobras tipo palanca u otras similares. Y que alguien afirme que escucha o ve a Dios o a extraterrestres no es prueba de ello sino de que existen las sugestiones, las alucinaciones, las enfermedades mentales así como las mentiras y los fraudes.

Sobre el caso del supuesto y famoso milagro del amputado de Calanda (España) que luego recobró su pierna hace más de 4 siglos diremos que eso se puede explicar de más de una forma: 1ro. En realidad, nunca perdió la pierna y cansado de mostrarse como amputado --quizá ocultaba la pierna "faltante"-- se decidió a caminar con las dos piernas, 2do. el relato no describe al detalle la nueva pierna así que no podemos afirmar si realmente le salió una pierna completa, tampoco nos dice la edad del protagonista, etc. Así que afirmar que un suceso ocurrido hace cerca 500 años fue milagroso es difícil por no decir dudoso. Peor aún si pasó hace 2000 años. 

Transformaciones milagrosas

En cuanto a la llamada transformación radical de la conducta, muchos creyentes se la atribuyen a la misericordia divina. “Yo antes era un alcohólico (o drogadicto, prostituta, adúltero, homosexual, embustero, ladrón, abusivo, violento, asesino,  etc.) y ahora ya no lo soy”, dice el converso. Sin embargo, eso solamente nos indica que la gente es capaz de darse cuenta de lo que hace y, así, dejar ciertos hábitos y costumbres, es consciente que puede cambiar, de modo muy temporal o duradero, y simplemente necesitaba los estímulos y los deseos apropiados. A lo más, la creencia de que Dios lo perdona o lo cuida a uno puede ser un buen refuerzo psicológico pero eso no significa que un ser sobrenatural realmente haya intervenido. Eso muy bien se ve en otras religiones o en casos donde uno puede dejar alguna adicción o conducta mal vista por la sociedad simplemente porque se da cuenta de la necesidad de cambiar, se ha cansado de la vida que lleva, y que le ha causado más pesar que placer, o porque le pasó algo "extraordinario" como una terrible desgracia personal o familiar o algo muy placentero como un simple enamoramiento o tener descendencia.

Entonces vemos una vez más, que los llamados milagros no lo son, simplemente son fenómenos que tienen una explicación racional, natural o humana.

Resurrecciones y apariciones milagrosas 

Pero ¿qué de los diversos reportes de casos supuestos de resurrección de los muertos y apariciones milagrosas por todo el mundo? Una vez más el que haya testimonios orales o escritos que digan que ocurrieron no significa que realmente sucedieron. ¿Pero acaso no sabemos de casos actuales de resurrecciones? Lo que se conoce como tales en realidad son ejemplos de personas que han sufrido un gran traumatismo y su respiración y ritmo cardíaco han disminuido en gran manera. Hay algunos que pueden incluso resistir muy bajas temperaturas y ser “resucitados” por la ciencia médica luego de incluso de algunas horas, pero no después de tres días.

Nadie puede ir a una morgue o un cementerio y resucitar o pedir a los cielos que devuelva la vida de un cadáver putrefacto, no obstante, los muchos relatos míticos de diversas religiones.

En cuanto a las apariciones milagrosas de alguna divinidad, éstas se pueden explicar de más de un modo: simples alucinaciones del cerebro, sueños confundidos con sucesos reales, paraedolias por las cuales nuestra mente cree ver en diversas cosas sobre la tierra, rostros de divinidades o santos, o interpreta ciertos fenómenos y objetos, que no puede identificar en los cielos, como señales divinas. Y también, por supuesto, están no solo los auto engaños involuntarios sino también la mentira y el fraude adrede en búsqueda de ganancias, atenciones y fama personal.

La imposibilidad lógica de los milagros

Entonces lo milagroso es lo imposible: que a un ser humano se le regenere un miembro perdido, mutilado o amputado, sea un brazo o una pierna, que alguien pueda flotar o volar si ningún aparato, o haya muerto y en estado de descomposición vuelva a la vida, pero como hemos visto hasta ahora eso no está demostrado realmente haya pasado.

Incluso si aceptáramos por un momento la existencia teísta de lo sobrenatural o divino caeríamos en una gran contradicción creer que haya milagros debido a las respuestas a los rezos contradice la creencia en un dios todo amoroso, sapiente y poderoso: ¿un ser así sólo haría uso de vez en cuando algo de su ilimitado poder? ¿Necesitaría que las débiles criaturas humanas le implorasen su ayuda? ¿Y qué de los miles de creyentes que le rezan en todo el mundo y a diario por su salud y vida y que las pierden ante las enfermedades, las inclemencias de la naturaleza y las injusticias humanas? ¿Cómo es que un dios que es tanto todo amoroso como omnipotente hace de vez en cuando pequeños milagros a pedido de sus fieles? Esto es, si hay un ser así no necesita que se le pida que haga cosas buenas por sus indefensas criaturas. Un padre normal común y corriente no necesita que su hijo enfermo o en peligro le suplique o le diga que cree en él para que le lleve al médico o le socorra. Por otro lado, hemos visto que el que alguien se salve de un desastre o accidente grave no es nada del otro mundo así que si hubiera un ser todopoderoso no sólo salvaría a unos cuantos sino a todos los pasajeros de un avión no sólo que falla al despegar o aterrizar sino al explotar o caer de gran altura. No sólo un ser así salvaría a uno de sus fieles en una masacre sino a todas las víctimas.

Pero si no está demostrado realmente que existan los milagros ¿por qué persiste esta creencia incluso en partes de los EEUU, un país rico y desarrollado? La respuesta estaría dada por su larga tradición de libertad religiosa que se remonta a sus orígenes, cuando llegaron los primeros colonos, y que permite la supervivencia y el surgimiento de toda clase de doctrinas. 

Milagros, fe y razón

Entonces, la idea de milagro es más aceptable en un contexto donde la creencia en Dios o dioses que intervienen en el mundo es tradicionalmente transmitida a pesar de que se pueda vivir incluso en una cultura científica y tecnológica. De tal modo lo milagroso y lo sobrenatural serían lo inexplicable científica y racionalmente. Su creencia sirve de consuelo y esperanza para el creyente y así tiene un gran atractivo. Si estamos enfermos y no tenemos dinero para comprar medicinas o el médico nos ha desahuciado tenemos al milagro como posible recurso. Si hemos perdido el trabajo, o no somos correspondidos sentimentalmente también el recurrir al milagro "podría ayudar" a encontrar uno o a ser amados.

Pero lo cierto es que sea que pidamos o no un milagro o de que exista o no: si estamos enfermos, puede suceder dos cosas, o nos curamos o no nos curamos y, a su vez, si no nos curamos y empeoramos aún podemos curarnos o finalmente morir; si no tenemos trabajo puede que busquemos, consigamos o creemos uno o no; y si amamos a alguien esta persona puede correspondernos en algún momento o nunca. Sucederá o lo uno o lo otro.

De otro lado, el milagro es algo no sólo posible sino real, siempre y cuando se tenga fe en que fuerzas misteriosas y/o seres invisibles intervienen en el transcurrir natural de los fenómenos del mundo en que vivimos. Para los que usan la razón no está comprobada la existencia de tales entes. Y la “aparente” ausencia de milagros en este siglo para muchos creyentes se debe a que ya hubo suficientes en el pasado, o porque los que dicen que no hay Dios son incapaces de aceptar lo sobrenatural, o porque por prejuicios no se ha estudiado e investigado lo suficiente el tema. 

Es cierto además que "quien quiera encontrar milagros" "los hallará" pero con la observación de que siempre y cuando su razón esté sojuzgada por su fe. Y si bien la creencia en los milagros es un consuelo ante una dolorosa y avanzada enfermedad, sobre todo para los que tienen limitaciones económicas, puede llevar a los que creyentes a abandonar su búsqueda de soluciones para sus problemas terráqueos de salud, dinero y amor, así como su lucha por una sociedad más justa y solidaria.

El que mucha gente alrededor del mundo sinceramente crea haber visto fantasmas, duendes, extraterrestres, una presencia (semi) divina o diabólica a su lado o allá afuera o arriba, al sol bailar, etc. no significa que lo hayan realmente visto. Simplemente demuestra que las personas interpretan fenómenos naturales como sobrenaturales o paranormales.

También es cierto que la ciencia no explica todo y que es falible. Pero gracias a ella entendemos mejor cómo funciona la naturaleza y la sociedad sin necesidad de recurrir a lo sobrenatural o divino.

Para los de mentalidad escéptica, científica y/o naturalista, quienes no creen en lo sobrenatural, como no hay dios(es) no hay milagros, no existirían, serían simples interpretaciones erradas de sucesos normales y comunes, o en todo caso, exagerados o tergiversados que tendrían explicaciones racionales si no ahora en el futuro a falta de mayores datos, pruebas o conocimientos pero que una vez obtenidos serían perfectamente comprensibles.


(Publicado simultáneamente en Pensar, revista iberoamericana para la ciencia y la razón: https://pensar.org/2022/11/milagros-fe-y-razon/).

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