TEORÍAS CONSPIRATIVAS Y PSEUDOCIENTÍFICAS SOBRE EL COVID-19

CONSPIRACY AND PSEUDO-SCIENTIFIC THEORIES ABOUT COVID-19

Manuel Paz y Miño
Lic. en Filosofía, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y M.A. en Ética Aplicada, Universidad de Linköping
Director, Neo-Skepsis
Correo-e: mapymc@yahoo.com



Resumen: Desde la aparición de la pandemia del covid-19, se ha producido más de una hipótesis sobre su origen y propagación. Algunas de ellas con un innegable sesgo ideológico-político más que de real conocimiento científico (volviéndose así en teorías conspirativas), y otras de carácter especulativo o de ciencia ficción que de ciencia fáctica real (tornándose así pseudocientíficas).

Palabras clave: covid-19, geopolítica, conspiración, pseudociencia, especulación

Abstract: Since the onset of the covid-19 pandemic, there has been more than one hypothesis about its origin and spread. Some of them with an undeniable ideological-political bias rather than of real scientific knowledge (thus becoming conspiracy theories), and others of speculative or science fiction character more than of actual factual science (thus becoming pseudoscientific).

Keywords: covid-19, geopolitics, conspiracy, pseudoscience, speculation


Introducción
La ciencia a pesar de sus metas ideales de búsqueda de la verdad y explicación de los fenómenos naturales y sociales de la realidad, como cualquier expresión social humana, está sujeta a manejos económicos, políticos y militares.

Un ejemplo clásico evidente donde lo religioso, emparejado con el poder político, tuvo mayor peso que la búsqueda de la verdad objetiva, fue la controversia del siglo XVII entre el  geocentrismo y el heliocentrismo sostenida por la Iglesia y Galileo respectivamente, dónde no primaron las evidencias empíricas descubiertas por este sino los dogmas centenarios de aquella (véase Campuzano A., M., 2007; Artigas, M. y W.  R.J. Shea, 2009; Aranzamendi N., L., 2014).

Otro ejemplo de cómo el poder político, sesgado por prejuicios ideológicos, trabo el avance del conocimiento científico, fue el caso más reciente que se dio en el siglo XX al considerar el gobierno soviético de Stalin como “ciencia burguesa” y, por lo tanto, “contra revolucionaria” a la genética mendeliana, y a la vez apoyar las ideas lamarckianas de Lysenko (v. Stoletov, V., 1951; Lecourt, D., 1978; Graham, L., 2016).

Aunque en sus inicios, en la época antigua, la ciencia estaba mezclada con la filosofía, luego se comenzó a diferenciarse de ésta en el siglo XIX, y hasta inicios del siglo XX muchas de las investigaciones y descubrimientos científicos fueron llevados a cabo por muchos de sus héroes que trabajaron en forma particular, actualmente la ciencia depende del financiamiento estatal y privado. Entonces  se la puede direccionar hacia metas y objetivos específicos.

Hay ejemplos recientes de eso: por un lado, hay estudios científicos que demostrarían la influencia de la civilización humana en el calentamiento global, y hay otros que dicen que éste no existe o que el cambio climático terrestre es natural (v. Toharia, M., 2016),  hay investigaciones que aducen que el uso de los celulares (Shield, C., 2018)  o las redes de telefonía móvil 5G (Redacción BBC News Mundo, 2019; National Geographic España, 2020) podrían afectar la salud y otras que dicen que no; cosa similar se da con los transgénicos (Blog de Bayer, s/f), y por supuesto, no es diferente la situación con el orden y propagación de la pandemia del covid-19 como veremos luego.

Entonces, vemos que dentro de la ciencia hay temas controversiales y discutibles donde podemos hallar investigadores que defiendan una u otra posición y que basándose en sus propios datos terminen calificando a sus oponentes de pseudocientíficos. No obstante, es la realidad misma la que refutara, con más y mejores observaciones y experimentos, las hipótesis con menor fundamento y evidencia, como nos muestra la historia de la ciencia donde abundan casos, como por ejemplo, el geocentrismo, el creacionismo, la generación espontánea, el flogisto, la frenología, los rayos N, etc., etc. (v. Hines, T., 1988; Sanz, J., 1989).

Y ciertamente es muy conocido que existen trasnacionales o corporaciones multinacionales que depredan los recursos naturales del planeta sin mucho freno, especialmente en las zonas más pobres del planeta. De ese modo, no es difícil entender que hay en juego grandes inversiones e intereses económicos de por medio.
Por otra parte, no es difícil manipular la opinión pública en base al miedo y la desinformación. Y con el uso del internet y sus diversas redes sociales se las ha inundado con toda suerte de explicaciones no solo conspirativas o pseudocientíficas o también mágico-religiosas sino crasa y evidentemente falsas por diversas razones que van desde la ignorancia, el sadismo y la manipulación ideológica y política hasta la especulación económica, el robo y el fraude.

Origen y propagación del covid-19

La hipótesis científica naturalista

En primer lugar, tenemos las explicaciones científicas sobre el origen del covid-19 o sars-cov-2, que dicen que este virus, como otros, es un producto de la evolución natural de esa clase de micro organismos que inicialmente atacaban especies animales salvajes, como el murciélago, y que de ahí se propagó en otras, como el cerdo, y de ahí al comprados en un mercado de la provincia china de Wuhan para ser consumidos por los seres humanos, éstos se contagiaron y enfermaron (Millán Valencia, A., 2020). Entonces se ha habla del origen natural, evolutivo del covid-19 muto que así pudo infectar a nuestra especie. Eso es algo normal y siempre ha sucedido en la tierra y, consecuentemente, no es la primera vez que se da una situación similar, peor aún al trastocar se la naturaleza por causa de la civilización (Quammen, D., 2012). Recuérdese sino todas las epidemias registradas por la historia (Ruffié, J. y Jean-Charles Sournia, 1984). De ese modo, no habría culpables malévolos interesados en acabar con parte de la humanidad, especialmente los ancianos y sus menores en edad que presenten problemas respiratorios, cardíacos, oncológicos, de obesidad, etc. y, por eso, tengan debilitado su sistema inmunológico.

Las teorías conspirativas (ideológico-políticas)

En segundo lugar, hay quienes le otorgan un origen artificial a ese virus y, por lo tanto, mal intencionado y genocida. Es decir, por un lado, se ha dicho que ha sido creado en un laboratorio universitario de los EUA (Connor, S., 2014) –o incluso en uno de Bill Gates, uno de los hombres más ricos del planeta (Redacción RPP Noticias, 2020)--, y de ahí, fue introducido, por sus servicios de inteligencia de forma oculta, a la República Popular China, y por otro, que fue creado en un laboratorio de esta nación (Clarin.com, 2020) y de ahí esparcido al mundo adrede o accidentalmente.

Para apoyar estas afirmaciones de tinte conspirativo, se afirman, además de la existencia de los respectivos laboratorios especializados, razones geopolíticas como, por ejemplo, que los EEUU querían sabotear el acelerado y creciente avance económico de la China, sembrando el covid-19 en este país, y creando así una epidemia mundial con miles de víctimas, incluso en la misma potencia americana, o, por el contrario, el gigante asiático planeó la pandemia contra la economía mundial y especialmente de los EUA (Morales, L., 2020), sacrificó a unos cientos de sus ciudadanos para simular un origen natural de la pandemia pero que, sin embargo, actuó demasiado rápido (o bien) para detener su esparcimiento por el resto del país, fuera de la provincia de Wuhan donde se originó, pero que, no obstante, demoró en alertar al mundo sobre el microorganismo mortal.

Los que plantean el origen artificial del virus en la China, sostienen que ésta prácticamente tenía todo listo para construir un hospital ad-hoc en solo 5 días para los pacientes infectados con el virus de marras, que es demasiada casualidad que no haya infectado a regiones tan importantes y no muy lejanas de Wuhan como Beijing o Shangai, y que China, gracias a la caída de la bolsa internacional, debido a la pandemia, pudo comprar muchas acciones a un bajo precio (Maldito Bulo, 2020), las que en situaciones corrientes hubieran mantenido un precio alto o normal.

En ambos casos, los supuestos países complotadores del origen del covid-19, son mostrados por sus acusadores como malvados y asesinos, carentes de todo valor hacia la vida humana y capaces de todo para lograr sus maquiavélicos y demoníacos propósitos para consuelo y beneplácito, según sea el caso, de los anti capitalistas o los anti comunistas.

Las teorías pseudocientíficas

En tercer lugar, están aquellos profesionales científicos que sustentan hipótesis sin mayores evidencias y, por lo tanto, son refutadas y descartadas por sus colegas. Por ejemplo, el astrofísico Chandra Wickramasinghe, propulsor de la panspermia, se aventuró a decir que el coronavirus, y otros virus pandémicos pasados y recientes,  tiene un origen extraterrestre, que lo trajo un cometa que atravesó el cielo chino en octubre del 2019, a pesar de las radiaciones cósmicas que sufriría en el espacio y de la historia de los virus de la tierra: el coronavirus no presenta una biomolécula diferente a las que presentan los demás (ABC Ciencia, 2020).

Otros, de probado entrenamiento y preparación científico médica, afirmaron, contracorriente, que la pandemia del coronavirus no existe (Rodríguez, L., 2020; Infocielo, 2020):  es solo un pretexto de los dueños del mundo para controlar a la gente de todo el orbe a través del confinamiento en sus casas y el miedo a ser infectados y morir, lo que les debilita y enferma, o que el mal, aunque real, no es causada por un virus sino por las redes de telefonía celular 5G. Ahora bien, estos propagandistas pueda que mientan adrede para ganar dinero en el caso que su negocio sea la venta de productos o que realmente crean lo que dicen. Sea cual sea la razón, la desinformación y el engaño atentan contra la economía y salud de la gente (Iriberri, A., 2020).

Otros añaden que las cifras de los muertos por la pandemia, según la información dada por los gobiernos, son en realidad de las víctimas mortales de males reales como el hambre, la neumonía, el dengue, la TBC, los ataques cardíacos, etc., cosa que se puede refutar matemáticamente (Costa, C. y C. Tombesi, 2020). Entonces, si habría una conspiración mundial para ocultar la verdad,  ¿cómo es que serían todos los gobiernos independientes con sus altos centros de investigación científica capaces de caer en tal manipulación de ocultamiento de la información? Evidentemente la respuesta es un rotundo no, a pesar de que haya países reconocidos de un gran poder geopolítico y económico, con aliados fuertes o sumisos.


Conclusiones

Las condiciones para que se esparzan y se crean en teorías pseudocientíficas y conspirativas son variadas. Por un lado, está la ignorancia en saber la diferencia entre creencia y conocimiento, en qué es ciencia, qué es una hipótesis y una teoría científica. Por otro lado, hay intereses políticos y económicos en mantener desinformada a la población, o hacerle creer en determinados enemigos. Y, por supuesto, hay un aprovechamiento y una manipulación de la necesidad humana de respuestas y el placer de que le confirmen esos supuestos enemigos, además de sentirse dueños de la verdad. Máxime y más rápido con el uso de internet y las redes sociales, tales teorías se difunden veloz y globalmente (Fisher, M., 2020).
Se debe tener claramente en mente, que un líder político por más poderoso que sea no es un epidemiólogo, que por más que haya ganado un premio Nobel, un científico debe aportar pruebas para validar sus hipótesis, que sí queremos entender mejor qué son los virus, cómo se producen las pandemias, la manipulación de la comunicación, los conflictos e intereses geopolíticos, la diferencia entre creencia y conocimiento, entre ciencia y pseudociencia, etc. debemos investigar en las fuentes idóneas correspondientes.

Bibliografía
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Aranzamendi Ninacondor, Lino. (2014). Galileo Galilei: padre de la ciencia moderna proscrito por la iglesia inquisitorial. Lima: Grijley.
Artigas, Mariano y William R.J. Shea (2009). El caso Galileo. Mito y realidad. Madrid: Encuentro.
Blog de Bayer. “Transgénicos: ¿Son seguros para la salud?”, s/f, en:
https://blog.bayer.es/transgenicos-son-seguros-para-la-salud/
Campuzano Arribas, Manuel (2007). Galileo Galilei. Ciencia contra dogma (retrato historico-filosófico-científico). Madrid: Visión Libros.
Clarin.com. “Siguen las dudas  Coronavirus: una nueva teoría dice que el virus se inició en un laboratorio chino que experimentaba con murciélagos”. 12/04/2020, en: https://www.clarin.com/viste/coronavirus-nueva-teoria-dice-virus-inicio-laboratorio-chino-experimentaba-murcielagos_0_TCJDGLPBl.html
Connor, Steve. “Exclusive: Controversial US scientist creates deadly new flu strain for pandemic research Scientists express horror over the creation of a virus that could render the human immune system defenceless”,  1 July 2014, en: https://www.independent.co.uk/news/science/exclusive-controversial-us-scientist-creates-deadly-new-flu-strain-for-pandemic-research-9577088.html
Costa, Camilla y Cecilia Tombesi. “Coronavirus: cómo se comparan las muertes por covid-19 con las mayores causas de mortalidad en el mundo y en América Latina”. BBC News Mundo 12 mayo 2020, en: https://www.google.com/amp/s/www.bbc.com/mundo/amp/noticias-internacional-52591995
Fisher, Max. “The Interpreter. Teorías de la conspiración del coronavirus: por qué prosperan y por y por qué son peligrosas". 13 de abril de 2020, en: https://www.nytimes.com/es/2020/04/13/espanol/mundo/coronavirus-conspiracion-fake-news.html
Graham, Loren (2016). Lysenko’s Ghost: Epigenetics and Russia. Cambridge, Mass.: Harvard University Press.
Hines, Terence (1988). Pseudoscience and the Paranormal: A Critical Examination of the Evidence. Amherst, NY: Prometheus Books.
Infocielo. “Quién es Chinda Brandolino, la médica platense que habló de “falsa pandemia” con Nicole Neumann”. 20 de mayo de 2020, en: https://infocielo.com/nota/118413/quien-es-chinda-brandolino-la-medica-platense-que-hablo-de-falsa-pandemia-con-nicole-neumann/
Iriberri, Ainhoa. “El coronavirus no existe y no hay que aislarse: llega el negacionismo del Covid-19”. 13 abril, 2020, en: https://www.elespanol.com/ciencia/salud/20200413/coronavirus-no-existe-aislarse-llega-negacionismo-covid-19/481452647_0.html
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Millán Valencia, Alejandro. “Coronavirus | "No es una creación de laboratorio": cómo un grupo de científicos logró demostrar el origen natural del virus que causa covid-19”, 6 abril 2020, en:  https://www.bbc.com/mundo/noticias-52140543
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Stoletov, V. (1951). Mendel o Lysenko? Dos caminos en biología. Buenos Aires: Lautaro.
Toharia Cortes, Manuel (2016). El Clima: El Calentamiento Global y el Futuro del Planeta. Barcelona: Debolsillo

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